viernes, 23 de mayo de 2014

A mis amigos, Nuevos pediatras generación 2014 del HDN

Siempre he comparado la vida como un árbol.
Hay personas de raíces débiles que pueden ser arrancados en la menor tempestad. Hay unos de ramas delgadas. Que no dan abrigo, ni sombra. Solo pasan por el mundo viviendo para sí mismos y al final, mueren sin ser extrañados.
Hay árboles pequeños de frutos dulces. Hay unos imponentes pero de frutos amargos.
Pero hay otros, de raíces fuertes, que vemos desde arbustos convertirse en frondosos árboles, de abundantes frutos. Sus ramas sirven para abrazar aves y ardillas mientras su sombra da alegría al campesino descalzo, al millonario que se sienta a leer un libro, al niño que roba una fruta o cuelga un columpio, los enamorados que tallan un corazón. Estos árboles levantan sus ramas al cielo. Sufren en las tempestades pero a la mañana siguiente sorprenden con su verdor. Sus flores dan aroma sin preguntar quién eres, y sin distinciones hacen sonreír a quien los necesite.
Siempre habrá alguien que por envidia quiere cortarlos, y convertir en madera sus sueños. Pero siempre se alejan solo dejando algunas cicatrices que dan enseñanzas y madurez.
Este árbol no crece solo. Necesita del viento del agua, de las hormigas. Necesita al sol cada mañana y la nube de  lluvia que aunque gris refresca sus raíces.
El Hospital del Niño, año tras año ve convertirse  grandes árboles un grupo de médicos. Que entre el cansancio, risas y sacrificios piensa que vivir ayudando a los niños es la mejor manera de vivir. Ese grupo de jóvenes llenos de sueños sale del hospital que los vio crecer, convertidos en profesionales, recordando al recorrer los pasillos todos los momentos, los amigos y esa gran familia que te enseño, te consoló, animó, corrigió toma muchas veces caminos distintos. Tus amigos, ahora salen a enfrentar la dura sociedad, donde lejos del abrigo de nuestros consejeros (jefe de residentes y de docencia) tienen que enfrentar sus propias batallas.
Siempre recordaré la última huelga médica. En la que funcionarios del hospital y residentes caminamos bajo el sol y luego la lluvia. Estábamos cansados. Luego de terminar, caminamos al hospital y al ver el edificio me pareció extraña la sensación de haber llegado a casa. Eso es lo que será este hospital siempre en nuestro corazón…un hogar.
Amigos, que hoy terminan una etapa de su formación profesional. Sigan adelante, no se detengan. Gracias por sus consejos, por sus abrazos cuando pase por momentos duros, por la paciencia con que me enseñaron de forma fácil lo que aprendieron con desvelos y sacrificios.   
Solo les pido un favor. Donde sea que dirijan sus ramas, lo alto que lleguen. Sean arboles de amor, marquen la diferencia con una sonrisa, dando apoyo al que ve en ustedes la persona que los puede ayudar con la personita que es el centro de la vida, un hijo.
 Pero sobre todo, no pierdan la humildad que los caracteriza y donde sea que se dirijan, lo alto que lleguen. Siempre miren hacia abajo y vean sus raíces, de donde vienen, el amor de su familia y de este hospital que nos abrazó y formó. A los médicos, secretarias y nosotros que seguimos sus pasos. Viéndonos en sus rostros con ilusión en próximos años pero a la vez con la certeza que los extrañaremos.
No les desearé suerte, porque la suerte no existe. Su capacidad y su corazón serán el viento que hinchará sus velas hacia el éxito. No se detengan. El tiempo de llorar en los baños y reír en los pasillos terminó. Hoy da frutos.

Hasta siempre amigos. 

miércoles, 21 de mayo de 2014

Día del Médico

Día del médico. Se llenan las redes sociales de palabras de felicitación. Exaltando la figura del médico, La realidad es que en muchas ocasiones me pregunto si en verdad alguien debe estudiar medicina.Mientras sea Diosvy los remedios de las abuelas los que curan, no somos tan necesarios. Cuando un paciente sale de cuidados intensivos siempre fue gracias a Dios. Cuando alguien muere fue culpa del médico. Cuando estamos sin dormir en los cuartos de urgencia, atendiendo pacientes con problemas no urgentes, y salimos a la calle cuando sale el sol después de una noche sin dormir y ningún taxista nos quiere llevar a la casa. Compramos el diario para ojearlo mientras caminamos a abordar el bus y vemos que aumentaron el salario mínimo, que le aumentaron a los obreros de la construcción y a los policías, mientras nosotros expuestos a enfermedades, mal comidos y sin dormir vivimos con nuestros padres y nos vamos a pie después de estudiar una carrera de seis años, mas dos de internado y con algo de suerte tres o cinco de una especialidad a ver si nuestros hijos pueden ir a una mejor escuela. Solos con los cuartos de urgencia abarrotados, llegan las verdaderas urgencias y mientras haces maniobras de resucitación los demás te gritan en la puerta porque su hijo sigue con dolor de muela. Y entre quejas, gritos, y por qué no uno que otro gracias se pasa un día más de trabajo. Siempre recuerdo una paciente que llego por recomendación de una amiga para que la atendiera. La señora no veía y ya no se sostenía en pie sin ayuda. Después de un mes de exámenes se llego a un diagnostico. La señora gano peso ya veía y su mejor estado general le permitió levantarse a gritarme porque sus papeles de salida del hospital no estaban listos y ella tenía prisa. No puedo generalizar. Esta carrera tiene también momentos gratificantes. Cuando vemos pacientes recuperados, padres felices con sus hijos, dolores resueltos. Por eso si piensan estudiar medicina les daré los siguientes consejos. -Es un mito que ganaras mucho dinero de forma rápida y fácil, para eso hay que romperse el lomo por lo menos los primeros años. Nunca estudien medicina pensando en plata error número 1 Sacrificaras el tiempo con tu familia y amigos -La gratificación no es económica. Es emocional amaras lo que haces, si no serás solo un medico amargado más de los que abundan -Si haces huelgas eres fresco y sin vocación así que tendrás que conformarte con ganar menos que una botella del gobierno para no ser un monstruo -Debes tener una gran paciencia, para sonreír sin dormir ni comer -Debe encantarte leer -Saber dormirte erguido, sin cabecear. (vital para clases, charlas y congresos) -Te debe gustar el color blanco. -Cara de jugador de póker (vital para residencias y jefes asignados de a dedo) -Debes ser sexi -Si te gusta la medicina interna debes ser calvo. Pero lo principal. Debes tener la capacidad de escuchar, ponerte en el lugar de la gente que ve en ti una persona que los puede ayudar. Debes amar a ese niño que te mira a los ojos con admiración, que quiere cuando crezca ser como tú. Debes poder priorizar la vida sobre el cansancio, el amor sobre las ofensas recordando que cuando una persona sufre puede decir cosas que lastiman a la gente que no se lo merece. No es cuestión de dinero, es vocación. Ese beso de despedida, ese abrazo y una sonrisa. La madre que puede abrazar a su hijo una vez más. Un día a día de una persona que casi se va. Una sonrisa cuando cesa el dolor. Mientras sigo a pie, con mi cabello desarreglado. Sin maquillaje. En zapatillas con mi gran mochila camino a la parada de autobús. Sé que en una cama de hospital, ese niño sonriente me dijo hasta mañana. No es cuestión de dinero, posición estatus. Pero si me siento orgullosa, vanidosa solo con el pasaje en el bolsillo, porque cada día de mi vida una sonrisa…hace que valga la pena.