sábado, 31 de diciembre de 2016

Año nuevo

No se por qué nos empeñamos en pensar que con la llegada de un nuevo año las cosas van a cambiar. Al final solo cambia la fecha, una agenda y el calendario. Nosotros seguimos igual, fluyendo en este río de aguas mansas que por momento se precipita entre las rocas haciéndonos daño.
De que sirve llenarse de propósitos vanos si por dentro seguimos siendo la misma basura.
Ya en el mundo se perdió la humanidad. Somos unos inútiles, con autoestima tan paupérrimas que no podemos ni disfrutar de un plato de comida si no subimos la foto a Internet. El nuevo corte de cabello, un atardecer, el perrito flofi...Nada nos llena si no tiene más de 10 me gusta. Y así vamos por la vida, vacíos sin amor propio. Subiendo la foto de los hijos que no cuidamos,  del helado que nos engorda. Presumimos ridiculeces pensando en que los demás nos admiran mientras ellos de burlan y ponen un me gusta.
Como extraño mi niñez. Donde las fotos iban a parar a un álbum que veíamos en familia tiempo después. Como extraño aquellos días en que nos reuníamos a reírnos y conversar Hasta llegar las doce y no juntarnos a chatear y subir selfies con la ropita nueva y el pelo estirado...hemos caído tan bajo, un mundo de autómatas con celulares que son más inteligentes que el dueño.
Que su propósito del 2017 sea despegar los ojos de la pantalla, dejar de llenar su vacío existencial con una red social. Dedique tiempo a su familia, a leer un buen libro y hacer con amor su trabajo.
No deje que una red social llene sus vacíos... aprenda a amarse...prioridad al presente que la vida es corta y el vino se acaba mientras miran el fB.