sábado, 16 de abril de 2022

La muerte y la vida se encontraron en el frio y pálido pasillo del hospital. Era frecuente cruzar caminos en ese lugar, sin embargo, ese día buscaban a la misma persona. Hola, vieja amiga, dijo la vida a la muerte que se encontraba escondida en una esquina. Nuestros caminos hoy se encuentran en una encrucijada. El niño recién nacido se aferraba a la vida, mientras el paciente en intensivo se resignaba a la muerte, ¿por qué te empeñas en llevarte el infante?, el niño quiere vivir y se merece hacerlo, mientras aquel rufián desperdició su vida entre drogas y alcohol. Cambia tu camino y llévate al chico. Me extrañan tus palabras, vida, siempre te consideré objetivo, pero hoy, me dices que una vida vale más que otra. Acaso ese chico no merece una oportunidad. Ha tenido varias, dijo la vida con un susurro. Ha regresado a sus andanzas ante cada nueva encrucijada, si tengo que decidir a quién darle mi soplo será a aquel niño que aún no ha tenido la oportunidad de decidir. Pues yo no vine por el chico, dijo la muerte. Vine por el recién nacido. No creo que cambie de opinión ante tu súplica. ¿sabes acaso que futuro tendrá? ¿si será mejor que aquel que hoy se rinde en cuidados intensivos? - No. Pero ya uno tomó sus decisiones y el otro no ha tenido la oportunidad. - Igual se equivocará. En estos tiempos da lo mismo rezarle al diablo o a la cruz. No te dejes engañar por la ternura de su pequeño tamaño. Todos los peores asesinos, dictadores y pedófilos fueron tiernos bebés. puede ser la bendición de sus padres o que eviscere sus entrañas mientras duermen. No compliques las cosas. Yo fui elegido a venir por él, y así será. - Ambos hemos cruzado nuestros caminos con igual objetivo. Pelearé el alma de ese infante, merece vivir. - No me iré con las manos vacías. Déjate de sentimentalismos. ¡porque duele tanto la muerte de un niño que aún no da nada al mundo? Mientras que una madre, un padre o un hermano son velados y olvidados hasta por sus propios familiares. Cada vez los cementerios están más llenos de abandono, menos flores y más olvido, tumbas llenas de polvo, pintura descolorida que se cae a pedazos, sin nombres sin amor ni lágrimas. - Son los menos, el dolor no está en una tumba se lleva dentro. - Te equivocas, es duro que tu cuerpo se pudra sin una lágrima. - El amor se da en Vida. - El que no ama en vida, no ama en la muerte. El que te amó en vida empapa tu suelo de llanto y flores. - Discrepo. el cementerio es un vertedero de materia putrefacta, que nada tiene que ver con el amor y la persona. - Por eso nadie te valora vida, pasan los años buscando sentimentalismos y cosas materiales. cuando me ven de frente descubren lo que en verdad es importante. Lástima que eso pase demasiado tarde y se aferren a ti como un náufrago a la tabla cuando ya solo queda hundirse. Lloramos ante un cuerpo inerte, y mientras respiraba solo era uno más. Era más importante un comentario positivo en las redes sociales, un video que un abrazo o un consuelo. No vengas a decirme que la vida hace que valores, si el que demuestra los verdaderos sentimientos soy yo, la ausencia la falta de resignación. - En eso tienes razón. pero no justifica llevarte a ese bebé. el médico está haciendo todo para salvarlo, ante el llanto de su madre y la ilusión de los familiares en la sala de espera. A ese malandro herido en un robo nadie lo espera, solo un policía que juega con las esposas mientras camina en el pasillo. ¿acaso no es mejor la muerte que la falta de libertad? - Justicia, ajuste de cuentas en vida. Eso lo decidió tu Dios y no yo. ¿Qué te hace pensar que a tu infante no lo esperen de la misma manera en un futuro? - Mi Dios es justo. - Olvidaste el antiguo testamento al parecer. Sin embargo, mi viaje hasta aquí tiene que concluir no puedo perder más mi tiempo y menos entre guerras, hambruna y pandemias. Tu justo Dios esta llevándose inocentes cada minuto y culpables cada segundo. Soy muy ocupada. Solo te digo Vida que no te vuelvas a meter en mi camino. Porque tu no eres valorada hasta que yo muestro mi rostro. La muerte tomó un alma y partió, el niño lloró ante el asombro de todos en la sala de partos. La madre gritó una alabanza, el pediatra orgulloso respiró tranquilo y preguntó a la orgullosa madre: ¿qué nombre le pondrá al hermoso niño? -Ted...Ted Bundy

sábado, 12 de enero de 2019

Amistad Vs perico

Tenía tres amigos, y cuatro pericos verdes.
Un perico era de mí sobrina. Murió resucitó y regreso a mí vida con pareja. Una periquita que lo acompañaba en su rama y compartían la fruta de cada día. No eran libres pero se tenían el uno al otro.
Luego llegaron dos pericos más.
El regalo proveniente de mí único ahijado ocupó una jaula blanca al lado de mis primeros inquilinos.
Lamentablemente el infarto le repitió al desafortunado pajarito y la viuda lo siguió meses después.
De los vecinos uno voló en un descuido y ahora solo tengo un perico.
Con los amigos pasó algo similar. Si bien es cierto que ninguno ha muerto físicamente, hay formas de alejarse como ese perico que voló al mínimo descuido.
Ahora ha pasado el tiempo y he descubierto a la mala que no tengo amigos.
Hoy el balance ha cambiado...tengo muchos conocidos y entre ellos prefiero a mi perico.

martes, 28 de febrero de 2017

Ironia

Nacemos con un objetivo preestablecido por nuestros padres. Heredamos sin querer gustos, enemigos, dietas y credos. Desde antes de entender un beso, tenemos metas ajenas trazadas con objetivos tontos basados en sueños frustrados y apariencias sociales. Así empiezan las vacunas, las fotos en poses tontas vestidos de escarabajo para tener la aprobación de una sociedad cada vez mas carente de afecto y educación. Demandantes de aceptación, exhibiendo nuestros hijos en las redes sociales en busca de una aprobación absurda de gente que no estará allí durante los desvelos y las fiebres. Que serán los primeros en señalarte ante el mas mínimo rumor .
BAUTIZOS, con padrinos que no veremos mas nunca. La foto con el pastel de cada mes la fiesta del primer añito que parece la boda real, el quinceaños con cientos de invitados, la boda lujosa sin amor. Y así crece el vacio que se desarrolla con nosotros hasta volverse un abismo en la edad adulta.
Adultos deseosos de atención,  agresivos. Mostrando al mundo una imagen risueña en un muro y un suspiro al apagar la luz.
¿En qué nos hemos convertido? En autómatas, con la mirada en un cristal mientras nuestros hijos crecen solos y se marchitan las flores.
La vida es corta. Demasiado fugaz. Y es triste perderla por miedo al que dirán.
La vida empieza cuando el único "me gusta" que te interesa es el que te da tu propio corazon.

sábado, 28 de enero de 2017

Homenaje a un gran hombre Pablo Diaz

Nunca había visto una rosa llorar hasta esa calurosa tarde de verano.

El viento viajaba en torbellinos mientras el resto del mundo se detuvo.

Una canción en latín rompio  el silencio. La voz triste y penetrante  inundo el salón y embriagó el alma llena de suspiros.

El inevitable viaje en el tiempo que nos aleja del momento. De la realidad que reuzamos  aceptar.

¿Qué se puede decir en un momento en que el sabor a sal nos enmudece? la lira se va de viajes y el corazon se marchita.

Es imposible resumir en un adiós todos los gracias que una persona se merece, todas las risas y momentos que estan grabados con dialogos y olores capaces de ser revividos en cualquier segundo con una precisión que solo el amor puede guardar.

Es imposible pedir con una lagrima que no te vallas si ya te has ido para siempre.

Se que estas mejor ahora, pero eso no me consuela, porque tu ausencia es tan lacerante que hasta sueño que aun estas.
Me consuelo con mentiras y sonrio por instantes negándome a despertar.

Pero la realidad golpea... ya te has ido. Me lo dijo un clarín con su cantar...me lo dijo esa rosa que lloraba y las cuentas del rosario que esas manos que amaste  acariciaron mojadas en llanto, junto a tu ataud.

Se que vivimos mientas sigan con vida gente que nos ama con locura y nuestras obras estén presentes... por eso Papa Pablo tu no has muerto. Solo te mudaste a nuestros corazones. Para no salir jamas.

  Te amamos y recordamos tu familia y yo...que aunque no soy tu sangre te aprendí a amar y a admirar. Que me atreví a colarme en los recuerdos de los viajes a volcan. Que pude decirte abuelo y con tu amor sentirme una mas. Esa era tu magia. Tu capacidad de amar y hacer sentir a un extraño tu familia. Siempre te recordare Papa Pablo y aunque fue poco el tiempo que compartimos para mi fue suficiente para ver en ti la gran persona que fuiste. Tronco de un fuerte arbol una gran familia de la que tengo la dicha hoy de formar parte.
Hasta siempre. Papa Pablo.

sábado, 31 de diciembre de 2016

Año nuevo

No se por qué nos empeñamos en pensar que con la llegada de un nuevo año las cosas van a cambiar. Al final solo cambia la fecha, una agenda y el calendario. Nosotros seguimos igual, fluyendo en este río de aguas mansas que por momento se precipita entre las rocas haciéndonos daño.
De que sirve llenarse de propósitos vanos si por dentro seguimos siendo la misma basura.
Ya en el mundo se perdió la humanidad. Somos unos inútiles, con autoestima tan paupérrimas que no podemos ni disfrutar de un plato de comida si no subimos la foto a Internet. El nuevo corte de cabello, un atardecer, el perrito flofi...Nada nos llena si no tiene más de 10 me gusta. Y así vamos por la vida, vacíos sin amor propio. Subiendo la foto de los hijos que no cuidamos,  del helado que nos engorda. Presumimos ridiculeces pensando en que los demás nos admiran mientras ellos de burlan y ponen un me gusta.
Como extraño mi niñez. Donde las fotos iban a parar a un álbum que veíamos en familia tiempo después. Como extraño aquellos días en que nos reuníamos a reírnos y conversar Hasta llegar las doce y no juntarnos a chatear y subir selfies con la ropita nueva y el pelo estirado...hemos caído tan bajo, un mundo de autómatas con celulares que son más inteligentes que el dueño.
Que su propósito del 2017 sea despegar los ojos de la pantalla, dejar de llenar su vacío existencial con una red social. Dedique tiempo a su familia, a leer un buen libro y hacer con amor su trabajo.
No deje que una red social llene sus vacíos... aprenda a amarse...prioridad al presente que la vida es corta y el vino se acaba mientras miran el fB.

viernes, 1 de mayo de 2015

Torpe Despedida

TORPE DESPEDIDA Cuando recorrimos juntos por primera vez los pasillos del Hospital del Niño compartíamos un sueño. Caminamos cada una de las salas, llenos de miedo, dudas, expectativas y sueños. Un grupo peculiar, con la inmadurez suficiente como para cometer errores. Ser etiquetados por nuestras virtudes y defectos; se asignaron estigmas que nos acompañarían nuestros próximos tres años y tal vez más tiempo. Nunca pensé que estos años cambiarían mi vida de una manera tan radical, superando a rastras las pruebas emocionales más duras de mi vida. Y el tiempo siguió su curso, entre risas y lágrimas, optimismo y decepciones, aciertos y errores. Solo restaba mirar hacia adelante, visualizando un futuro lleno de cambios positivos. Hoy veo la meta y sin embargo no me animo a cruzar, me he sentado en el piso a pensar que fue lo que pasó, que hicimos mal, en que fallamos tanto, a costa de qué pagamos precios tan altos. La persona que hoy escribe estas líneas no es la misma que esa mañana recorrió los pasillos, llena de sueños, dudas y miedo. La que se puso de pie en el auditorio para presentarse, mismo lugar donde después sería atesorados recuerdos agridulces entre aplausos, risas y ridículos. No quiero mirar atrás porque me duele, en ocasiones es mejor pasar la página y continuar. Llorar a solas y lavarme la cara en el baño como hemos hecho todos. Mirar la vida de frente, amarrarme las zapatillas y volver a empezar. Me asombro de cuánto hemos cambiado, de lo mucho que nos ha unido la adversidad y sé que suena tonto querer regresar el tiempo aunque me lacere el alma nadar entre recuerdos de un pasado que es difícil dejar atrás. Volvería a la tarde de mayo en que abracé a mi padre por última vez, pero no lo soltaría y le diría te amo tantas veces que solo yo entendería que ese adiós seria definitivo. Volvería al día de la obra de teatro en el que vestida de una ridícula abeja pude volar de verdad en un mundo de colores junto a un ángel que vestido de un pez de colores me enseño que en esta vida no se puede renunciar. Este ángel que no supimos distinguir hasta muy tarde, aguantó en silencio ante un mundo idiota que cuando te mira no ve el alma sino una raza, un color, un credo o una clase social. El ser humano es tan tonto que cree será eterno. Se siente con derecho de señalar y juzgar. Sin remordimiento lanza la estocada y luego es más fácil guardar el puñal. Ese pez de colores brillantes, nació en un mar de aguas transparentes, en un paraíso de palmeras y colores pero siempre quiso algo más. No se conformó y decidido crecer se lanzó al mundo con sus aguas turbias y sus maldades, donde las corrientes fuertes y peses mas grandes le hicieron pasar momentos duros, pero nunca se detuvo, unas veces con prisa y otras pausada por el cansancio pero siempre hacia adelante, luchando por llegar. En el camino se ganó corazones, gente que marcada nunca la podrá olvidar, aquellos que enjugamos sus lagrimas y escuchamos su risa, a los que ahora al recordarla nos es imposible no llorar. Ese día lo guardado de forma vivida en mi alma, ese pez que nadaba en ese estanque, su sonrisa sus movimientos ondulantes…le pido al cielo nunca poderla olvidar. Recordarla feliz como ese día y no reclamar a Dios ni pedir explicaciones de cosas que simplemente nadie me puede explicar. Hoy me tengo que acostumbrar a su ausencia, con la misma fortaleza inexistente que me ayudo tiempo atrás. Seguir su ejemplo y no detenerme aunque no me obedezcan mis cansados pies. No tengo palabras para describir lo que fuiste en vida Milzaneth Ríos, mi Mickey, y que eres y serás. No quiero que pienses que esto será fácil para esta alma que no aguanta un remiendo más. Solo pido a Dios seguir creyendo que existe un cielo, no perder esa ilusión de poder volver a ver a todos aquellos que se me han adelantado, partes de mi alma que no dejan de doler. Les pediré a mis padres que te cuiden, con el mismo amor que me cuidaron a mí. Que te hagan reír con sus chistes y de vez en cuando se acuerden de mi. Déjame grabar en mi alma Mickey tu mensaje de bienvenida de red social: Dios sabe por qué pasan las cosas. Te amo. Y tu foto feliz ante un cielo azul. Esta es una tonta despedida del hospital donde dejo retazos de lo que fui. Donde formé lo que seré, en el lugar donde vi que los ángeles existen en forma de amigos, maestros y pacientes hermosos que te recuerdan a cada instante la razón de estar aquí. No menciono nombres por temor a olvidar algunos. Pero gracias a todos los que estuvieron allí para consolarme, felicitarme, reír conmigo, corregirme, alar mi oreja en el momento oportuno, comprenderme, una nueva familia que recordare por siempre. El Hospital del niño José Renán Esquivel, cumbre de la enseñanza pediátrica en Panamá, donde un duro turno termina con un gran abrazo de unos pequeños brazos, olor a Menem y un besito tímido revitalizante. Una despedida de una amiga, un ser de luz que Dios nos prestó por un instante. Una gran persona un ser admirable. Un ejemplo de lucha, perseverancia y admiración. Hasta pronto Mickey. Hoy entiendo que el solo hecho de haberte conocido hace que todo valga la pena. Hoy amigos termina una etapa, viviremos nuestras propias historias. Trazaremos nuestro destino, pero ahora unidos para siempre, bendecidos con un ángel divino que nos cuida desde el cielo. Esta carta es un tonto adiós, un hasta siempre. Un final y un punto de partida. Una vida joven que se fue y otra que apenas empieza.

miércoles, 4 de junio de 2014

Moraleja

Las descastadas pantuflas ya no son tan ágiles como antes. Los ajados pies que en ellas se protegen han recorrido tantos caminos que ya no llevan prisa. La sabiduría de los años pintó lunas en sus cabellos y mientras la mano temblorosa se aferra al bastón la otra acaricia la delicada mano del niño que aun conserva su mirada inocente, que se pierde cuando empezamos a descubrir, que no hay hadas madrinas, pero si madrastras perversas y brujas de risa macabra. La silla mecedora cada vez se encuentra más distante. A medida que avanza, tararea una canción infantil, y su mente divaga entre el ayer y el mañana. Por un instante, es una niña llena de sueños. Por otro una adolescente enamorada, una novia, madre, abuela, viuda…allí se detiene…suspira, el niño la observa, mientras ella se aferra a esa cruz sin flores. Él agita su mano y la hace continuar. Sentada en la mecedora, coloca al niño en sus piernas. Este se acomoda en su pecho como una pieza de rompecabezas. Ella besa sus cabellos. Y después de unos minutos de completa paz inicia su relato: En un lejano país, vivía una jovencita. Eran muy pobres, porque no tenían dinero, pero a la vez tenían una fortuna, porque estaban unidos y tenían amor. Su padre era un hombre muy trabajador y a pesar de no haber podido estudiar nunca le faltó un trabajo. El padre de la joven, era capaz de hacer cualquier cosa por más pesada que fuera con tal de poder llevar la comida a la mesa y ver feliz a su familia. Un día no tenía dinero. La situación en el pueblo era muy difícil. Se acercaba la hora de la comida y él seguía con las manos vacías. Se sentó a llorar bajo un árbol, le aterraba la idea de fallarle a su familia que lo esperaba en casa. Una mujer adinerada del pueblo lo ve sentado bajo el árbol y se acerca. Señor José (así se llamaba este buen Hombre) necesito un favor suyo. Mi capataz no pudo venir, ¿podría usted trabajar para mí el día de hoy? El hombre sin pensarlo, dio gracias a DIOS y olvidando el hambre, enseguida de un salto se puso de pie, para ponerse a disposición de la amable mujer, que le había salvado el día. Bajo el inclemente sol del medio día, sin haber almorzado aró la tierra, cortó en trigo, limpió el establo. Cargó pesados sacos de verduras para cargar el camión que los llevaría al mercado. Estaba agotado, pero al pensar en todo lo que podría comprarle a su familia y en lo feliz que estarían se incorporaba y sacaba fuerzas para continuar. Entrada la tarde la señora se acercó con una gran sonrisa al ver todo lo que el hombre había hecho. El esperaba su pago su familia lo esperaba sin nada en el estómago. La señora le dio la mano vacía y después de un largo discurso de la dura situación en el pueblo, le dijo le pagaría al venderse las verduras del mercado que regresara en una semana o dos. El hombre agachó la mirada, y se dio la vuelta para irse con paso lento, y llorando hasta su casa. Esa noche, se acostaron sin cenar. Allí viene la primera enseñanza hijo mío. Si no tienes dinero, no pidas a nadie que trabaje para ti. Asegura la paga antes de ocupar a otra persona, no valla a ser que dejes a una familia entera sin cenar. Quiero otra historia abuelita… Esta bien mi amor, pero escucha con atención que esta cansada voz, tiene muchas historias que contarte. Esta historia se trata de un jovencito llamado Tomás. Desde muy pequeño, así como tú, le encantaba leer. Leía sobre el universo, los dinosaurios, mundos increíbles. Pero había un autor que era su favorito. Este renombrado escritor empezó a escribir desde que era un niño, sentía que hablaba y pensaba igual que él. El reconocido escritor lograba captar toda su atención. Tenía todos sus libros, ya con las hojas gastadas. Cada día era más fascinante. Y él lo quería conocer. Al crecer comprendió que el país del escritor estaba muy distante. Y manteniendo intacta su veneración, llevaba sus libros y los acomodaba como un altar, primero en su cuarto de niño, luego en su cuarto de universitario, en su casa de esposo. Cuando llegaron sus hijos les transmitió su fascinación. Y los regalos del día del padre, navidades eran perfectos si eran una edición de lujo de los primeros libros, o su ultima publicación. Los años son inclementes. Y ayudado por una enfermedad envejeció. Sus manos temblorosas limpiaban los lomos de su atesorada colección hasta que le fue imposible levantarse de la cama. Su hijo vio en el diario que el escritor vendría a la ciudad, su agónico padre podría por fin conocerlo. Lo llevó en su silla de ruedas, con un saco y corbata a la presentación del libro. El escritor salió ante la mirada empañada de su padre. Escuchó cada una de sus palabras, con el corazón saltándole en el pecho. Parecía un niño con su primer juguete de navidad. Al terminar. Su hijo se acercó al escritor, el anciano lo veía emocionado en la distancia, observó en cámara lenta como su hijo lo señalaba sonriente y su mirada se cruzó con la de su ídolo durante unos segundos eternos. Vio su seño fruncido, vio a su hijo intercambiar palabras con él que se convirtieron en una disfunción. Nunca supo que hablaron, ni que le dijo, pero pudo imaginarlo. Esa imagen se quedó grabada en su mente, cuando su hijo aferrado al libro que nunca fue autografiado, regresó donde su padre y ambos sin hacer comentarios llegaron a su casa. El viejo murió semanas después. El hombre, con lágrimas en los ojos, hizo una gran hoguera con su mayor herencia. Aquí está la enseñanza número dos. Nunca decepciones a nadie. No sabes quien te admira. No sabes que siente una persona que te ve a lo lejos. Quien soñó toda su vida ser como tú. La anciana miró al pequeño ahora dormido en su regazo. Tarareó la canción de cuna, sus brazos acunaron al pequeño niño, absorbió su inocencia, su olor a bebé, en una profunda paz. Recordó el día en que se acostó sin cenar pero abrazada a su familia, el rostro cansado de su padre y cuando su esposo murió decepcionado de quien admiró toda la vida. Cuando crezcas, mi ángel, también tendrás mil historias. Ahora solo tienes que soñarlas.

viernes, 23 de mayo de 2014

A mis amigos, Nuevos pediatras generación 2014 del HDN

Siempre he comparado la vida como un árbol.
Hay personas de raíces débiles que pueden ser arrancados en la menor tempestad. Hay unos de ramas delgadas. Que no dan abrigo, ni sombra. Solo pasan por el mundo viviendo para sí mismos y al final, mueren sin ser extrañados.
Hay árboles pequeños de frutos dulces. Hay unos imponentes pero de frutos amargos.
Pero hay otros, de raíces fuertes, que vemos desde arbustos convertirse en frondosos árboles, de abundantes frutos. Sus ramas sirven para abrazar aves y ardillas mientras su sombra da alegría al campesino descalzo, al millonario que se sienta a leer un libro, al niño que roba una fruta o cuelga un columpio, los enamorados que tallan un corazón. Estos árboles levantan sus ramas al cielo. Sufren en las tempestades pero a la mañana siguiente sorprenden con su verdor. Sus flores dan aroma sin preguntar quién eres, y sin distinciones hacen sonreír a quien los necesite.
Siempre habrá alguien que por envidia quiere cortarlos, y convertir en madera sus sueños. Pero siempre se alejan solo dejando algunas cicatrices que dan enseñanzas y madurez.
Este árbol no crece solo. Necesita del viento del agua, de las hormigas. Necesita al sol cada mañana y la nube de  lluvia que aunque gris refresca sus raíces.
El Hospital del Niño, año tras año ve convertirse  grandes árboles un grupo de médicos. Que entre el cansancio, risas y sacrificios piensa que vivir ayudando a los niños es la mejor manera de vivir. Ese grupo de jóvenes llenos de sueños sale del hospital que los vio crecer, convertidos en profesionales, recordando al recorrer los pasillos todos los momentos, los amigos y esa gran familia que te enseño, te consoló, animó, corrigió toma muchas veces caminos distintos. Tus amigos, ahora salen a enfrentar la dura sociedad, donde lejos del abrigo de nuestros consejeros (jefe de residentes y de docencia) tienen que enfrentar sus propias batallas.
Siempre recordaré la última huelga médica. En la que funcionarios del hospital y residentes caminamos bajo el sol y luego la lluvia. Estábamos cansados. Luego de terminar, caminamos al hospital y al ver el edificio me pareció extraña la sensación de haber llegado a casa. Eso es lo que será este hospital siempre en nuestro corazón…un hogar.
Amigos, que hoy terminan una etapa de su formación profesional. Sigan adelante, no se detengan. Gracias por sus consejos, por sus abrazos cuando pase por momentos duros, por la paciencia con que me enseñaron de forma fácil lo que aprendieron con desvelos y sacrificios.   
Solo les pido un favor. Donde sea que dirijan sus ramas, lo alto que lleguen. Sean arboles de amor, marquen la diferencia con una sonrisa, dando apoyo al que ve en ustedes la persona que los puede ayudar con la personita que es el centro de la vida, un hijo.
 Pero sobre todo, no pierdan la humildad que los caracteriza y donde sea que se dirijan, lo alto que lleguen. Siempre miren hacia abajo y vean sus raíces, de donde vienen, el amor de su familia y de este hospital que nos abrazó y formó. A los médicos, secretarias y nosotros que seguimos sus pasos. Viéndonos en sus rostros con ilusión en próximos años pero a la vez con la certeza que los extrañaremos.
No les desearé suerte, porque la suerte no existe. Su capacidad y su corazón serán el viento que hinchará sus velas hacia el éxito. No se detengan. El tiempo de llorar en los baños y reír en los pasillos terminó. Hoy da frutos.

Hasta siempre amigos. 

miércoles, 21 de mayo de 2014

Día del Médico

Día del médico. Se llenan las redes sociales de palabras de felicitación. Exaltando la figura del médico, La realidad es que en muchas ocasiones me pregunto si en verdad alguien debe estudiar medicina.Mientras sea Diosvy los remedios de las abuelas los que curan, no somos tan necesarios. Cuando un paciente sale de cuidados intensivos siempre fue gracias a Dios. Cuando alguien muere fue culpa del médico. Cuando estamos sin dormir en los cuartos de urgencia, atendiendo pacientes con problemas no urgentes, y salimos a la calle cuando sale el sol después de una noche sin dormir y ningún taxista nos quiere llevar a la casa. Compramos el diario para ojearlo mientras caminamos a abordar el bus y vemos que aumentaron el salario mínimo, que le aumentaron a los obreros de la construcción y a los policías, mientras nosotros expuestos a enfermedades, mal comidos y sin dormir vivimos con nuestros padres y nos vamos a pie después de estudiar una carrera de seis años, mas dos de internado y con algo de suerte tres o cinco de una especialidad a ver si nuestros hijos pueden ir a una mejor escuela. Solos con los cuartos de urgencia abarrotados, llegan las verdaderas urgencias y mientras haces maniobras de resucitación los demás te gritan en la puerta porque su hijo sigue con dolor de muela. Y entre quejas, gritos, y por qué no uno que otro gracias se pasa un día más de trabajo. Siempre recuerdo una paciente que llego por recomendación de una amiga para que la atendiera. La señora no veía y ya no se sostenía en pie sin ayuda. Después de un mes de exámenes se llego a un diagnostico. La señora gano peso ya veía y su mejor estado general le permitió levantarse a gritarme porque sus papeles de salida del hospital no estaban listos y ella tenía prisa. No puedo generalizar. Esta carrera tiene también momentos gratificantes. Cuando vemos pacientes recuperados, padres felices con sus hijos, dolores resueltos. Por eso si piensan estudiar medicina les daré los siguientes consejos. -Es un mito que ganaras mucho dinero de forma rápida y fácil, para eso hay que romperse el lomo por lo menos los primeros años. Nunca estudien medicina pensando en plata error número 1 Sacrificaras el tiempo con tu familia y amigos -La gratificación no es económica. Es emocional amaras lo que haces, si no serás solo un medico amargado más de los que abundan -Si haces huelgas eres fresco y sin vocación así que tendrás que conformarte con ganar menos que una botella del gobierno para no ser un monstruo -Debes tener una gran paciencia, para sonreír sin dormir ni comer -Debe encantarte leer -Saber dormirte erguido, sin cabecear. (vital para clases, charlas y congresos) -Te debe gustar el color blanco. -Cara de jugador de póker (vital para residencias y jefes asignados de a dedo) -Debes ser sexi -Si te gusta la medicina interna debes ser calvo. Pero lo principal. Debes tener la capacidad de escuchar, ponerte en el lugar de la gente que ve en ti una persona que los puede ayudar. Debes amar a ese niño que te mira a los ojos con admiración, que quiere cuando crezca ser como tú. Debes poder priorizar la vida sobre el cansancio, el amor sobre las ofensas recordando que cuando una persona sufre puede decir cosas que lastiman a la gente que no se lo merece. No es cuestión de dinero, es vocación. Ese beso de despedida, ese abrazo y una sonrisa. La madre que puede abrazar a su hijo una vez más. Un día a día de una persona que casi se va. Una sonrisa cuando cesa el dolor. Mientras sigo a pie, con mi cabello desarreglado. Sin maquillaje. En zapatillas con mi gran mochila camino a la parada de autobús. Sé que en una cama de hospital, ese niño sonriente me dijo hasta mañana. No es cuestión de dinero, posición estatus. Pero si me siento orgullosa, vanidosa solo con el pasaje en el bolsillo, porque cada día de mi vida una sonrisa…hace que valga la pena.

domingo, 13 de abril de 2014

El Asesino del Metro

La humeante taza de café le dio los buenos días. Sin ánimos para trabajar miraba la ciudad desde el inmenso ventanal Un soplo un sorbo. La sensación de calor soportable y delicioso pasó por su lengua y la garganta. Otro sorbo, el reloj que se da tanta prisa cuando disfrutamos de un buen café para luego detenerse en la oficina. El diario de la mañana con un cadáver en la portada, el asesino del metro ataca nuevamente. Mientras ella pasa la pagina para ver lo que la prensa opina sobre la ineptitud del departamento de policía que ella dirige. Sorbo a sorbo disfruta del contenido de la humeante taza. Esta vez se trata de una joven universitaria de 22 años de edad. Violada y estrangulada, nada nuevo. Es la quinta víctima de un maniático que se hace llamar sombra, siempre ataca mujeres jóvenes, de baja estatura, las abandona en las sillas del metro como si esperaran su tren, impecables, sin que les falte ni un solo objeto personal de sus maletas y bolsos. No deja huellas, ni un solo cabello o rastros de semen. Solo los golpes, y la inolvidable expresión de dolor que queda grabada en el rostro de la occisa. El horóscopo dice que será un buen día. Ella sonríe. Su amiga astróloga trata darle ánimos desde la imprenta. Deja el diario en una esquina de la mesa y termina su café. Su rostro luce cansado mirándola en el espejo mientras lava sus dientes. Estos levantamientos de cadáver en las madrugadas la estaban agotando. Sus miradas vacías se iban con ella a la cama. Rostros de niños, mujeres y ancianos. La mirada desafiante del asesino clavada en su rostro. Las manos que le rodean el cuello hasta sofocarla y un despertar a gritos sola en su apartamento. Entre pesadillas y el trabajo se escapaban sus horas de sueño, mientras el asesino sigue en las calles. En la oficina amanece el caos,entre papeles buscan alguna falla en el astuto asesino que los lleve a su paradero. Los teléfonos no paran de sonar con relatos y pistas de testigos falsos. En la morgue el cuerpo sin vida cuenta bajo la lámpara su última cena, sin rastros de piel del asesino. Equimosis en ambos muslos, genitales edematosos, marcas en el cuello. Pero esta vez hay algo diferente. La joven es una prostituta. Huérfana y pobre emigró en busca de mejores oportunidades.Su belleza y juventud ayudadas por el hambre le abrieron las puertas de un camino poco digno pero bien remunerado. El asesino dejo de matar universitarias, ahora mata a cualquier joven hermosa que se atreva a esperar sola el metro, o lo hemos acorralado y ha tenido que asesinar prostitutas, que son presas fáciles en cualquier esquina Sin más alternativas, con una mochila en la espalda. Recorrió el metro en la madrugada. Un vaso con humeante café le hacía compañía. Sintió alguien en su espalda. Un viento gélido le erizó toda la piel. -¿Qué haces aquí? Crees que caeré en una trampa tan común. La respetada investigadora vestida de colegiala como en una fantasía fetichista, esperando que el asesino caiga y ella llevarse el mérito de su arresto. Pero ¿qué te hace pensar, que soy tan estúpido? Han encontrado cinco cuerpos, una buena labor tomando en cuenta que han sido los que les he querido mostrar.Encontraron algo,solamente un trabajo perfecto, ni un solo cabello, piel o semen. Sabes por qué estoy aquí. -Si lo sé, vienes a buscarme. -te equivocas, eres tú la que me está buscando. Quieres acabar con esto porque tú misma lo has iniciado. Sabes que solo soy una sombra. Tú sombra. Ella se da vuelta ve su propia sombra reflejada en la pared. En la banca la joven sin vida espera el metro mientras ella escapa del lugar. Amanece la ciudad con un nuevo titular. Una nueva víctima anónima. Un asesino suelto y un día más de trabajo.

jueves, 19 de diciembre de 2013


Navidad en silencio


Esta navidad el ave volvió a guardar silencio y el jardín sin luces añoraba tu risa. Fue una navidad como todas en la que el consumismo abarrotaba las tiendas, las mesas colmadas de comida y los niños descalzos en los semáforos luchando con la brisa. Una navidad como todas. Pero para esa ave, el jardín sin brillo y el farol huérfano no fueron igual. Faltaba él, con su alegría, su ánimo contagiante y sus ganas de vivir.

Las figuras del nacimiento que esperaron ansiosas en la caja durante todo el año, conversaban en la oscuridad mientras en la acera se escuchaban los villancicos, este año no habría navidad por lo menos para ellas, pero no lo entendían. ¿Dónde está el hombre regordete que las desempolvaba con tanta dedicación cada año?, que pasaba horas interminables acomodando las luces hasta quedar perfectas, el que se sentaba frente al nacimiento en silencio y soledad, solo para observar las inanimadas figuras, sumergido en pensamientos que en ocasiones arrancaban suspiros y por que no, algunas lágrimas.

Tampoco llegó el lechón y su inconfundible olor con las doce campanadas. La olla grande que compró para que la comida alcanzara para todo el que llegara estaba sin oficio en la mesa empolvada del patio trasero. Definitivamente este año en la humilde casa no habría navidad. El ave no canta…su risa no se escucha. Los niños no corren en el pasillo, ya no suenan villancicos, el mundo guardó silencio en esas paredes llenas de recuerdos, es esa casa sin vida.

Dos navidades inolvidables en mi vida, tres partidas… la de tu vida, la de ella…y la del alma mía.

sábado, 12 de octubre de 2013

FELIZ CUMPLEAÑOS PAPA


Simplemente no me quería levantar. Cuando abrí los ojos y vi los rayos de sol entrando por mi ventana supe que el día había llegado y simplemente no tenía fuerzas para incorporarme.

Todos los años de mi vida un día como hoy era razón de festejar, pensaba en un buen regalo porque es fácil regalar cuando sabes que puede hacer feliz a la otra persona. Pero hoy es diferente. Hoy no tengo ganas de nada, y todo lo que hago me recuerda que no estás.

Quiero agarrar el teléfono y tenerte al otro lado, diciendo chistes de lo viejo que te estás poniendo, hablando de política y dándome consejos pero miro mi teléfono aun con tu número guardado que calla, que me lastima y se opaca con mis lágrimas.

Quiero verte llegar en tu carro rojo, tus lentes empañados. Contándome la última noticia de los diarios. Quería verte bien, caminando agarrado de la mano de mi hija y haciéndola feliz como hiciste conmigo. Quería verte leerle historias tirados por horas en la cama pero hoy lo único que puedo es orar junto a ella por las noches y tratar de que entienda que su abuelo esta en el cielo y que no lo volverá a ver, solo en sueños.

Tal vez fue mucho pedir tenerte para siempre. Fue muy egoísta querer retenerte a mi lado. Querer demostrarte que puedo llegar lejos, aunque intentando sorprenderte me aleje de tu lado.

Es muy duro celebrar este cumpleaños, sin ti apagando las velas, sin tus bromas, sin ver tu mirada cansada tus manos regordetas acariciando mi mano.

Es duro despedir sin adiós, y ante la negación caer en realidades que lastiman. Es duro celebrar sin ti este día, Y poder despedirte sin despedida.

Toda mi vida celebre este día,  como puede cambiar todo en un instante. Lo que te  hizo feliz luego lastimarte, lo que te dio vida luego te la quita.

No sé que es la muerte ni su importancia. Desconozco porque Dios es tan severo. No sé si la gloria es descanso o si puedes verme aunque sea a lo lejos.

Solo quiero decirte Vale, que lo único que consuela mi alma en este momento es pensar que junto a mi madre te encuentras en el cielo, que este será un gran cumpleaños junto a ella y que su hija que los ama desde la tierra les envía un ramo de rosas y de estrellas.

Feliz cumpleaños papa, te extraño más cada día. Tu olor a jabón y tu risa, dejaron un vacio en mi alma que no se llenara hasta que juntos celebremos nuevamente esta fecha.

martes, 18 de junio de 2013



A mi padre.

Entré al portal y te vi sentado en la silla de siempre, sonriendo por instante y por otros mirando a lo lejos. Te gustaba ver las ardillas saltar de rama en rama y las señalabas en un afán infructuoso de que yo con mi miopía disfrutara también del espectáculo. Simulaba verlas, reía cuando tu lo hacías. Cuando señalabas a lo lejos yo veía solo tu mano con el dedo índice señalando la distancia. Aunque tu mirada era triste tu boca decía chistes constantes, intercalados con un consejo.
Amos teníamos cosas que reprocharnos, ambos habíamos cometido muchos errores, pero al estar juntos solo importaba reír y olvidar.
Creo verte sentado en la silla de metal, regando el jardín. Amabas tanto la lluvia que se que disfrutabas ver las gotas deslizarse por las hojas verdes.  Apreciar el arco iris que se formaba al jugar con los rayos de sol.
Toda la casa estaba viva por tu risa, tu presencia. La sala la mesa del comedor, la sala de estar con el mural de la playa que tanto amabas. Todo me cuenta historias que me arrancan sonrisas y lágrimas ambas duelen, ambas laceran.
Las botellas de agua que congelabas, la de miel con la etiqueta rota en la repisa, la de vino con tu foto que de broma te dio mi tía. Todas me miran todas me hablan, te traen en escenas como en una película y yo me trago el llanto para que partas tranquilo.
El baño donde moriste está cayado. Se niega a contestar cuando le pregunto qué pasó. Si fue rápido o si sufriste, si dijiste mi nombre antes del adiós.
Tu cama con las almohadas, la mesita de noche con el libro que no pudiste terminar. Tu closeth la ropa tus cajones llenos de recuerdos que no soporto revisar.
Veo las fotos en las que estamos juntos y acaricio tu rostro, tratando de sentir tu piel en vano. Tratando escuchar tu risa tus consejos y tus regaños. Pero estás cayado. Mirando la cámara, inmóvil pero a mi lado.
Aun tomo el celular para llamarte y contarte mis problemas, y luego caigo en cuenta que mi problema es que te has ido, que perdí a mi padre y mi mejor amigo, que me siento sola y triste sin ti.

Lavo mi cara en el lavabo para que las lágrimas se vallan sin ser notadas porque aunque estabas mal siempre sonreíste como puedo entonces yo llorar para despedirte. No, no tiene sentido, no soportabas ver a nadie triste, y si es que el cielo existe y puedes verme en la distancia quiero que me encuentres sonriente como tanto te gustaba.

martes, 23 de abril de 2013

Cobardía estúpida.


La codiciada rubia estaba nuevamente siendo observada por un macho en celo.
El, en la distancia anhelaba su cuerpo, imaginaba sus manos rompiéndole la ropa mientras el cabello fragante a champo y perfume caro rosaba su rostro sudado.
Ella estaba distante. Miraba por la ventana con la vista fija en nada. Bebía a sorbos su café que había dejado de humear hacía ya varios minutos. Para ella él era un mueble más de la cafetería, solo era alguien más.
El intentaba leer su mente, hacerla suya. Presumirla frente a sus amigos.
Ella solo quería escapar, dejar de hacerse tantas preguntas sin respuesta y no pedir más explicaciones inexistentes a su vida. No tratar de entender, solo aceptar, dejar correr. Regresaba por instantes al café recordaba su bebida y luego escapaba nuevamente al interior de sus sesos donde los recuerdos y el presente hacían estragos como un torbellino.
Ella pagó el café.
El la vio marcharse.
Nunca la volvió a ver. ¿Qué hubiera pasado si le hubiera expresado su deseo en ese instante? Ella estaba triste y evidentemente sola. Pregunta con miles de respuestas mentirosas y sin sentido.
El instante es lo único que existe, no nos pertenece nada, solo existe el sexo que le hizo mientras ella degustaba su café frío, el adiós sin bienvenida. El anonimato que no permite buscar en la guía telefónica ni en las redes sociales. Ver a la mujer que anhelas en una gran ciudad, con miles de personas, destinado a tropezar con todos, una y otra vez menos con ella... soñarla, hacerle el amor cada noche antes de cerrar los ojos aferrado a la almohada. La calentura estúpida del que se ilusiona solo, de un espejismo...de un holograma.
La triste historia de la cobardía humana, sufrir por no avanzar o por querer desandar los caminos, sufrir por no querer la vida o por un cáncer que te la quita, sufrir por vivir, por ser pobre, por ser rico, sufrir por morir un poco cada día… no importa los motivos… igual es sufrir.