Los perros ladran a la noche, mientras yo me caliento con el fuego. Hay que ver que cada quien pasa el tiempo a su modo y como mejor le parece.
Mientras unos duermen yo hablo y tu me escuchas. Aunque estemos lejos, aunque no me conozcas.
Mientras veo la madera desparecer, esa madera que un día formo parte de un árbol que dio sombra y dio vida, hoy solo desaparece reducida a cenizas con el fin de dar calor.
Puede que nuestros caminos nunca se crucen, que tus pasos y los mios nunca coincidan pero hoy estamos hablando porque compartimos emociones, sueños dudas o tal vez solo las mismas pasiones. Tal vez solo el insomnio y la casualidad te trajo hasta mi en este momento.
Ven siéntate junto a mi, aquí en el fuego.
Compartamos juntos este momento, que si la vida es corta también lo será este instante en que nos unen unas letras y el calor del fuego.
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